¡Aquí está la sorpresa! Cómo empacar como un profesional

He aquí algunos consejos que he aprendido a punta de empacar una y otra vez…

Cuando comencé este blog, me sugirieron que escribiera sobre el amor. Al principio supuse que el tema se acabaría pronto porque, al fin y al cabo,  ¿qué podría decir del amor que no hubiese sido ya dicho?

Y, a medida que fue pasando el tiempo, me percaté de que el amor no solo toma muchos rostros, sino que implica muchas actividades. Gracias a esto, he podido entender que el amor no solo es el momento romántico, sino que existe también el amor por el arte, el amor por la enseñanza, el amor por la naturaleza. Es por eso que comparto hoy otro de mis grandes amores: el recorrer el mundo y, si esto es de utilidad para alguien, de paso, mejor.

He aquí algunos consejos que he aprendido a punta de empacar una y otra vez, cuando la vida me ha llevado de aquí para allá.

El video parece largo, pues está hecho para que los viajeros empaquen casi al tiempo conmigo, pero no te asustes solo dura media hora y ¡queda lista la maleta! Y, si aún no viajas, igual te recomiendo que lo veas para la próxima ocasión…

¡Disfruta y comparte!

Si te perdiste mi entrada anterior sobre cómo evitar «chascos» o malas experiencias en los viajes, aquí te la dejo.

PD: ¿Qué otros trucos te han funcionado para viajar mejor?

Belleza y nostalgia

¿Qué determina la belleza? ¿Qué nos acerca a lo sublime? ¿Es acaso lo que otros dicen de una obra, una pieza cinematográfica, un libro o un poema?

Yo creo que para saber que algo es bello, más que observarlo, hay que recordarlo. Pienso que la belleza requiere remembranza y, en ocasiones, un poco de nostalgia. En la mente, el rostro del amado se mejora con el tiempo, los libros se reescriben, las notas musicales se repiten… El humano tiene el poder de recrear la belleza y magnificarla. Incluso, toma la creación ajena y la modifica para obtener placer. La distorsión de los recuerdos puede llegar a ser incluso más rica que el recuerdo mismo. El momento más sublime a veces no es el ocurrido sino el contado; no es lo que sucedió, sino cómo se cuenta; no es la vida, sino cómo se retratan ciertos instantes para hacer que perduren.

Hoy, por alguna razón, percibo la belleza de este poema de Rubén Darío mucho más grande de lo que en realidad es. Por algún sentimiento que aún ignoro, rememoro la voz de mi mamá diciendo de memoria cada línea e imagino a mi abuela narrándole a su vez aquella historia. El recuerdo que crece, casi siempre supera lo real.

A Margarita Debayle
(Rubén Darío)
Margarita, está linda la mar
y el viento
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento:
Margarita, te voy a contar
un cuento:
Este era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha del día
y un rebaño de elefantes,
un kiosco de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita como tú.
Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso, una perla,
una pluma, y una flor.
Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros, son así.
Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.
Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
más lo malo es que ella iba
sin permiso del papá.
Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.
Y el rey dijo: —«¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?».
La princesa no mentía,
Y así, dijo la verdad:
—«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».
Y el rey clama: —«¿No te he dicho
que el azul no hay que tocar?.
¡Qué locura! ¡Qué capricho!…
El Señor se va a enojar».
Y ella dice: —«No hubo intento;
yo me fui no sé por qué.
Por las olas por el viento
fui a la estrella y la corté».
Y el papá dice enojado:
—«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver».
La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.
Y así dice: —«En mis campiñas
esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».
Viste el rey ropas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.
La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.
Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.

Inserte aquí un día de vida. [Copie, pegue y repita]

El profesor de filosofía nos preguntó cuándo habíamos perdido la capacidad de asombro. Cuando llegó a mí, le dije que al entrar al bachillerato. Después de haber liberado las palabras, me vi a mí misma desde arriba y supuse que había algo erróneo en mi respuesta. Años después, me di cuenta de que no estaba tan lejos de la verdad…

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Tomado de Pinterest.com

El profesor de filosofía nos preguntó cuándo habíamos perdido la capacidad de asombro. Cada una de las niñas dio su respuesta. Cuando llegó a mí, le dije que al entrar al bachillerato. Después de haber liberado las palabras, me vi a mí misma desde arriba y supuse que había algo erróneo en mi respuesta. Años después, cuando me volví parte del gremio académico, me di cuenta de que no estaba tan lejos de la verdad: No hay nada más restrictivo para la imaginación y la capacidad de asombro que el sistema educativo tradicional.

Y, quizá, no hay nada más nocivo para la creatividad que olvidar el propósito de vida. Eso, justo eso, fue lo que tocó la fibra en el final inesperado de este video. Un ejemplo un tanto fuerte, pero que vale la pena ver para entender que nada justifica una «vida Control+C, Control+V».

PD: Los subtítulos no son míos y pueden tener errores de ortografía, pero espero que lo vean hasta el final.

Tres videos que cambiarán tu forma de ver la vida

Para ver la vida con otros ojos, solo hace falta cambiar los lentes.

3. De Steve Jobs se ha dicho mucho… pero he aquí una parte de su historia contada por él mismo.

 

2. ¿Por qué algunas personas recuerdan su primer beso? ¿Qué hace que alguien se sienta atraído por otra persona?

Mira este video (con subtítulos en español e inglés). Quizás resuelva tus dudas… o cree nuevos interrogantes.

 

1. ¿Te has preguntado por qué estás aquí? ¿A qué viniste? ¿Por qué naciste en este lugar y no en otro? ¿Por qué vives en esta ciudad y no en otra?

Adam Leipzig puede tener una pista de la respuesta.