Empecemos por lo primero: ¿Sí funciona? La respuesta: Si yo ─que soy el desorden en persona─ pude, tú muy seguramente vas a poder.
Pasos:
0. Define para qué vas a ahorrar, esto te motivará a hacerlo de manera frecuente. 1. Consigue una alcancía, ojalá difícil de abrir. 2. Imprime este formato de ahorro o dibújalo en un cuaderno que no se te pierda fácilmente. 3. Cada semana del año, dependiendo de tus posibilidades, mete el dinero indicado en cada monedita y rellénala con algún color.
Aclaraciones: 1. La mínima cantidad será 1 y la máxima 52. El sistema ─que no es mío, sino que lo vi en internet─ está pensado originalmente para ahorrar en dólares. No obstante, tú lo puedes adaptar a la moneda de tu país multiplicando mentalmente cada cifra por 10, 100 o 1000. De esta manera, en pesos colombianos, uno podría ahorrar 1’378.000 o 138.000 al año.
2. No considero recomendable hacerlo diariamente. Por el contrario, es más conveniente elegir un día de la semana y depositar el dinero con regularidad. Esto permite que, si en la fecha elegida no hubo plata, uno tenga el resto de la semana para cumplir su meta.
3. Tampoco recomiendo hacerlo en orden (depositando 1000 en la semana 1, 2000 en la semana 2, etcétera), ya que no todas las semanas uno tiene la misma cantidad de dinero en efectivo. Por ejemplo, si un día recibiste dinero inesperado, puedes aprovechar y rellenar alguna de las monedas de mayor denominación.
4. Ten en cuenta que este es un ejercicio para fortalecer la constancia. No se trata de presionarte si por algún motivo no pudiste ahorrar en determinada semana, sino de darte cuenta de que puedes lograr muchas cosas con algo de creatividad y método.
Y tú, ¿conoces algún método efectivo para ahorrar o mejorar tus finanzas?
Una recopilación propia… Y tú, ¿cuáles conoces? ¡Comparte!
Empiezo con un repasito a las de siempre, por si no las conocías:
Skyscanner y Hopper: Revisa los precios de todas las aerolíneas al tiempo.
Atrápalo: Si debes pagar con botón PSE y ya has identificado qué vuelo quieres en Skyscanner, búscalo de nuevo en Atrápalo y fin del problema.
Trivago: Revisa los precios de casi todos los hoteles al tiempo.
Tripadvisor: Lee las sugerencias de otros viajeros.
Blablacar (En Europa más que todo): Comparte un vehículo con otros y ahorra costos (carpooling).
Voyconcupo.com (antes Tripda): Lo mismo que blablacar, pero en Colombia.
Couchsurfing: Gente que te deja quedarte en su sofá gratis.
Google calendar: Agrega los eventos, vuelos y hoteles para tener un itinerario más organizado.
Nota: Me costó mucho aprender a imprimirlo sin que se cortaran las palabras (como viene por defecto). Si te ocurre eso, descarga en tu computador la extensión Stylish para Chrome y aplica el estilo llamado Wrappy.
Si quieres ponerle muñequitos o iconos a tu Google Calendar, puedes usar el gadget llamado Event Flairs.
Mis infaltables a la hora de viajar (para celulares, aunque algunas funcionan desde el computador también):
Jet lag rooster: la descargas unos días antes para acostumbrar tu cuerpo a los nuevos horarios y evitar el jetlag.
Google Trip: No solo te permite descargar los mapas para usarlos cuando no tengas internet, sino que te ayuda a armar los recorridos. Es como una secreetaria virtual que te sugiere qué visitar, dónde comer y cómo llegar a cualquier sitio.
Ship mate(si vas a un crucero): te ayuda a organizar las actividades en el crucero.
Reloj mundial: Puedes ver la hora de tu país y la del sitio en donde estás al tiempo.
Wattpad: Si no tienes nada qué leer, ahí de seguro encontrarás algo. Se requiere internet.
Google maps (bajar los mapas offline) o Waze: para orientarse en la ciudad.
Google fotos: Crea álbumes y videos con mucha facilidad. Además, puedes hacer una copia de seguridad de tus fotos para que no se te llene el celular tan rápido y puedas compartir los álbumes con otros. Si lo deseas, quienes viajen contigo pueden agregar sus fotos a tu álbum compartido.
Y ahora sí, el bonus para el computador:
Inspirock: para organizar el itinerario del viaje. Es maravillosa. Prácticamente te dice qué hacer. No diré más para no arruinarte la sorpresa.
Si quieres una lista de cosas para empacar, también existen aplicaciones que lo hacen por ti. Sin embargo, aquí abajito te dejo la lista de empaque que yo uso (la tengo en mis notas de Google Keep también) para que la descargues y personalices. 👇
Un par de historias que me ocurrieron… y una que otra desgracia
Un par de historias que ya me pasaron… para que no le ocurran…
Y si le gusta viajar, le va a encantar una sorpresa que tengo por ahí…
Aquí van las historias: 1. Cuando se me olvidó que no era papá Noel
Las vitrinas estaban repletas de camisetas alusivas a las islas. Por un instante, casi cedo a la tentación de comprar una prenda para recordar aquel viaje a Bahamas… excepto porque ya casi era hora de regresar al crucero y el calor intenso estaba haciendo de las suyas, así como mi tacaña interna que, sin sospecharlo, me salvaría.
Jamás se me cruzó por la mente que, al poco tiempo de volver a Colombia, la vida me recordaría que, si puedo aplazar una compra o si no es de vida o muerte durante las siguientes 24 horas, es probable que tampoco lo sea después.
Pasadas unas semanas, estaba parada esperando el bus para volver a mi casa. De repente, volteé y ahí estaba, en pleno corazón de Suba Rincón, un barrio popular de Bogotá: la misma camiseta con la bandera de Bahamas…
Parece que, aunque nos neguemos a creerlo, casi todo ahora es hecho en China. Uno se pone a traerle regalos a la gente, y los consigue aquí en San Andresito… y a la mitad de precio. Meh.
De un tiempo para acá, opté por limitar el número de presentes a mis amigos y familia más cercana, y ojalá siempre sea algo de comer típico de la región a la que voy. Nada de artesanías que se rompan y definitivamente adiós a las pendejaditas que terminan arrumadas en cualquier cajón… Y si otro es el que viaja, me ahorro la frase fastidiosa de «Pero me trae algo», y le pido que se tome una foto en un lugar genial y me la mande. Muy bueno si se acuerdan de uno, pero mejor que no sea porque toque o para quedar bien…
Moraleja: Ni soy Papá Noél, ni horneo galletitas.
2. La vez que por ahorrarme un peso, gaste tres
No siempre la tacaña interna tiene la razón. Una vez decidí tomar el metro de Toronto porque costaba dos dólares y no un taxi de 60 al aeropuerto. Me levanté a las 5 y el vuelo era a las 9. Pensé que tenía suficiente tiempo, pero no se me ocurrió que podría confundirme en un par de estaciones…
Todo bajo control, hasta que perdí el vuelo que me llevaría a la ciudad (léase pueblito canadiense en medio de la nada en el que cierran todo a las 8 de la noche) en donde estudiaría por unos meses. ¿Conclusión? Tuve que pagar 100 dólares y esperarme más de cinco horas para llegar a congelarme el sieso a las 11 de la noche sin tener a dónde llegar ni conocer a nadie. Aplausos.
Moraleja: Como dice mi papá: «Hay ahorros que no son ahorros».
Y de ñapa: Top 10 de desgracias ajenas y propias
10. Dejar el saco dizque porque uno va a tierra caliente y morirse de frío en el avión. 9. Andar con saco grueso en tierra caliente o con la chancla melgareña y medias. 8. Llevar encargos y terminar emproblemado (desde porcelanas rotas hasta problemas de aduana). 7. Empacar lo que no se debe en el equipaje de mano (botellas grandes de líquidos y geles). 6. Creer que el chikunguña ya no da y llevar a pasear el repelente. 5. Llevar toallas, secadores y «tarrados» de champú a hoteles donde hay. 4. Decir «Yo no me quemo» y terminar con bronceado sabanero y cachetico rojo. 3. Comer de más en los «todo incluido» y terminar con un dolor de panza «cinco estrellas». 2. Botar las llaves del hotel y tener que pagar una multa innecesaria. 1. Dejar el check-in para lo último y al final darse cuenta de que no hay tinta o Internet.
Hace un año, recibí este consejo que me cambió la vida para evitar la procrastinación: escribe tu meta principal del día en una notita autoadhesiva, pégala en tu computador y ¡cúmplela!
¿En serio? ¿Se puede ser más obvio?
Bueno podría no ser tan evidente. Tim Ferriss, autor del libro la semana laboral de 4 horas, Sostiene que a veces llenamos nuestro día con tareas innecesarias para sentir que estamos muy ocupados. Como resultado, al final del día, crees que has hecho mucho en tu jornada, cuando en realidad no has hecho nada. Ya la larga esta ilusión podría costarte más dinero del que crees, por no mencionar el tiempo.
¿No sería genial hacer lo que tienes que hacer?
Definitivamente como traductora, me es muy difícil mantenerme enfocada. Las redes sociales me atrapan por mucho tiempo y usualmente termino teniendo conversaciones conmigo misma como esta:
Así que esto es lo que me funcionó.
Paso 1. Instala la extensión Momentum para Chrome.
Paso 2. Escribe tu meta principal del día y presiona «Enter».
Paso 3: Sé feliz. Tu computador te recordará tu meta principal cada vez que estés a punto de tomar una mala decisión… bueno, casi.
Además puedes ver la hora, el clima, una cita motivadora, un fondo que cambia diariamente y tu lista de cosas por hacer.
¿Qué más puedes pedir?
Mmm… nop. Lo siento pero el computador no te va a hacer el trabajo 😉
Una última cosa: También puedes incluir retos para ti mismo para promover comportamientos más saludables como por ejemplo «Bebe agua cada vez que veas esto», de manera que te mantengas hidratado, o recordatorios como «Llama tu mamá que tanto te quiere».
#1 Instala la extensión Sortd en tu Gmail
Esto fue algo que encontré anoche y de verdad quisiera haber sabido que existía hace muchos años. Mejor dicho, esta es una de esas cosas que tú de verdad necesitas compartir con otros para sentirte tranquilo.
Cuando se trata productividad hay miles de formas de organizar las tareas . Me encanta eso porque puedes «arrastrar» (drag-and-drop) cada uno de tus correos hacia las diferentes columnas para organizarlos y darles prioridad a los que la requieren.
También puedo agregar notas y recordatorios a mis correos (a la derecha). En este caso, escribí una nota para mí misma para que no se me olvide pagar esta cuenta antes del siguiente mes.
En resumen, mi vida se divide en antes y después de estas herramientas. Después de todo, el genio se compone de talento y perseverancia… y también de organización.
*Clara Valderrama es traductora, licenciada en Filología e Idiomas de la Universidad Nacional de Colombia y periodista de la Universidad de los Andes, Bogotá. Es autora del libro La lista, en el que incluye consejos para mejorar las relaciones interpersonales, la productividad e incrementar el bienestar en tiempos de tecnología. Puedes comprar su libro aquí.
¿Alguna vez pensaste que algo pudo haber salido mejor de haberlo planeado? ¿Alguna vez sentiste exactamente lo contrario? ¿Cómo encontrar balance entre lo que debe ser dejado al azar y lo que no? ¿Cómo puede ser que planear mejor las cosas pueda ayudarte a ser mejor en la cama?
Establece horas de lectura
Simples matemáticas: A mayor número de cosas interesantes sobre las cuales estés enterado(a), mejores conversaciones puedes tener. Así como sacas tiempo para ir a la peluquería, ver tu programa favorito de televisión o distraerte en las redes sociales, sacar tiempo para embellecer tu cerebro es vital. ¿Qué debes leer? Lo que quieras, lo que te llame la atención, lo que te motive. Claro, si me preguntas, te diré: «más Drácula y menos Crepúsculo; más Sade y menos Cincuenta sombras de Grey»… En fin. Todos tenemos nuestros placeres culposos y no te juzgaré porque leas libros que a mí no me llaman la atención. Mi consejo sobre leer más clásicos se basa en que hay más posibilidades de que a la otra persona le parezca atractivo tu cerebro, y ya que los humanos nos enamoramos con el cerebro (ah, ¿pensaste que lo hacíamos con el corazón? Pues lee este artículo: Te amo con todo mi cerebro) tus posibilidades aumentarán. Repito: leer no es garantía de un mejor performance*, pero sí lo es del aumento de las posibilidades. Además, no lo hagas solo para impresionar a tu potencial pareja con lo sexy que te ves leyendo, hazlo para sentirte sexy tú, para cultivarte a ti mismo(a).
*Leer el kamasutra no te hace un amante avanzado.
«El hombre, cuya vida puede alcanzar cien años, debe distribuir su tiempo».
Ah, sí. Esa frase la tomé del kamasutra. (¿pensabas que solo hablaban de posiciones sexuales? Aquí te lo dejo, por si deseas comenzar una lectura distinta. No obstante, ten en cuenta que, si eres menor de edad, yo esperaría un poco para leerlo; no porque sea pecaminoso o algo así, sino porque te pone a pensar sobre el sentido de la vida. Todo hay que saberlo leer e interpretar, porque es un texto bastante antiguo. No es necesario estar de acuerdo con todo lo que allí dice, muchas cosas han cambiado. Me libro de toda responsabilidad. Haz clic aquí para ver el pdf del Kamasutra. No tiene imágenes explícitas).
Y bueno, si seguimos ese consejo del libro obviamente me dirás que no tienes tiempo para leer. ¿En serio? ¿Quieres ser bueno(a) en algo (llámese en la cama o en cualquier otra actividad) y no dedicarle tiempo? Pues lamento decirte que no se pueden hacer esas dos cosas a la vez.
¿La solución?
Descarga el libro y el audiolibro. Si vas en el transporte a tu trabajo o a tu lugar de estudio, te aseguro que puedes ir leyendo y escuchando al tiempo. ¿Será posible que sí tengas tiempo para Facebook pero no para educar tu cerebro? Y no. No permitas que nadie te diga que eso no es leer. Yo te aconsejo que hagas las dos cosas (escuchar y leer) al mismo tiempo, pero hacer solo una de las dos no implica que no lo estés haciendo bien. Nadie puede privarte de tener una conversación con una mente brillante de otro tiempo. Nadie.
Si prefieres el libro impreso, puedes buscar otro horario para leer, pero asegúrate de establecer un momento para ello y programarlo en tu agenda. He aquí Diez consejos para leer más. Planeación, planeación, planeación.
Lleva una agenda
Fallé muchas veces con esto. Me molestaba que compraba una agenda y casi siempre la mitad de las hojas terminaban vacías. Si ya estás acostumbrado(a) a este sistema, seguro no tendrás problemas, pero si te pasa como a mí… tal vez quieras que te cuente mi experiencia.
El primer paso es establecer roles. Estos son los roles que tengo en este momento. ¿Cuáles tienes tú?
El segundo paso es crear tareas para cada uno de esos roles. Puedes utilizar tu agenda tradicional, el calendario de Google o cualquier otro que te convenga. De igual manera, es útil utilizar un widget en tu teléfono celular para no tener que abrir la aplicación. Por desgracia, solamente he podido hacerlo en teléfonos con sistema operativo Android y no sé si se pueda para aquellos que tienen Apple. Así se ve mi teléfono:
Haz una lista de compras
Por supuesto, para este ejemplo he borrado algunos eventos de mi calendario, pero planear lo siguiente podría ser útil para ahorrar dinero y evitar situaciones inesperadas:
Fechas de compra de preservativos, inyecciones o métodos de planificación.
Fechas de llegada de periodo
Fechas de compra de toallas
Fechas importantes como aniversarios con la pareja (más de uno puede salvarse por una alerta en su calendario)
Fechas de visitas al médico y citologías
Si no te gusta usar el calendario para esto, también puedes programar recordatorios con Google Keep o anotar en tu agenda física.
Saca tiempo para una actividad física
Yo no puedo con eso de los gimnasios. Lo siento. Simplemente no lo logro. No obstante, amo el baile.
Planear y llevar a cabo una actividad física no solo te hará sexy y subirá tu autoestima, sino que liberará endorfinas. Estas se asocian al placer y al alivio del estrés. También puedes optar por innovar, pues ya que estimulaste tu imaginación en el paso número 1 (leyendo), supongo que puedes inventarte formas creativas de sudar. ¿Quieres ser bueno(a) en la cama? Haz más ejercicio en ella.
Planea tus viajes con anterioridad
No solo ahorrarás dinero si eliges hacer un viaje con antelación, sino que podrás salir de la rutina y descubrir sitios encantadores para ponerte creativo(a) bajo las sábanas.
Cuida tu bolsillo
¿De verdad eso puede hacer que sea mejor en la cama? Sorprendentemente, sí. Cuanto más dinero ahorres, más preservativos puedes comprar. Elemental, mi querido Watson jajajaja. Pero ya en serio: Ojo a este artículo.
Bájale a las papitas a la francesa
¿No puedes? Yo tampoco. ¡Son una tentación! No obstante, tal parece que las grasas trans disminuyen el nivel de testosterona. Pero mejor mira los Alimentos prohibidos antes de tener sexo y me cuentas.
No hay que planearlo todo
Lo ideal es planear una meta semanal por cada rol. A medida que los días pasen, verás a qué roles dedicas más o menos tiempo. Recuerda que el primer paso para querer a otro es quererte a ti y qué mejor forma de demostrarte que te amas sino dedicándole tiempo a la persona más importante de tu vida: tú mismo.
Salvo que lo consideres necesario, no es relevante que programes cuándo, con qué frecuencia y de qué manera vas a tener relaciones sexuales; sin embargo, sí es necesario que programes cómo quieres vivir tu vida y por eso debes ver cuánto tiempo le dedicas a los roles que te impone la sociedad y cuánto tiempo te dedicas a ti mismo(a). En mi caso, trato de que ser docente no absorba mi rol como escritora o como hija, de lo contrario trabajaría para hacer realidad los sueños de mis jefes, mi familia, mis editores o cualquier tercero, en vez de los propios.
Ojo a lo que le pasa a esta mujer en el siguiente video: