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El profesor de filosofía nos preguntó cuándo habíamos perdido la capacidad de asombro. Cuando llegó a mí, le dije que al entrar al bachillerato. Después de haber liberado las palabras, me vi a mí misma desde arriba y supuse que había algo erróneo en mi respuesta. Años después, me di cuenta de que no estaba tan lejos de la verdad…

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Tomado de Pinterest.com

El profesor de filosofía nos preguntó cuándo habíamos perdido la capacidad de asombro. Cada una de las niñas dio su respuesta. Cuando llegó a mí, le dije que al entrar al bachillerato. Después de haber liberado las palabras, me vi a mí misma desde arriba y supuse que había algo erróneo en mi respuesta. Años después, cuando me volví parte del gremio académico, me di cuenta de que no estaba tan lejos de la verdad: No hay nada más restrictivo para la imaginación y la capacidad de asombro que el sistema educativo tradicional.

Y, quizá, no hay nada más nocivo para la creatividad que olvidar el propósito de vida. Eso, justo eso, fue lo que tocó la fibra en el final inesperado de este video. Un ejemplo un tanto fuerte, pero que vale la pena ver para entender que nada justifica una «vida Control+C, Control+V».

PD: Los subtítulos no son míos y pueden tener errores de ortografía, pero espero que lo vean hasta el final.

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