Tres videos que cambiarán tu forma de ver la vida

Para ver la vida con otros ojos, solo hace falta cambiar los lentes.

3. De Steve Jobs se ha dicho mucho… pero he aquí una parte de su historia contada por él mismo.

 

2. ¿Por qué algunas personas recuerdan su primer beso? ¿Qué hace que alguien se sienta atraído por otra persona?

Mira este video (con subtítulos en español e inglés). Quizás resuelva tus dudas… o cree nuevos interrogantes.

 

1. ¿Te has preguntado por qué estás aquí? ¿A qué viniste? ¿Por qué naciste en este lugar y no en otro? ¿Por qué vives en esta ciudad y no en otra?

Adam Leipzig puede tener una pista de la respuesta.

¿Cuánto dura el amor? Este hombre te lo explica

Este señor estuvo casado 62 años. Su texto se ha vuelto viral. Aquí lo copio y lo pego.

La página Humans of New York comparte historias de ciudadanos comunes… He aquí el texto de este tierno señor:

«Mi esposa falleció el pasado enero. Habíamos estado casados durante 62 años. Me has pillado en un momento en que he estado pensando mucho sobre el amor, porque ando leyendo los sonetos de Shakespeare.

Mi esposa lo decía: «Somos uno»

«La definición del amor es difícil de alcanzar, se escribe sobre él sin cesar. Ni siquiera Shakespeare podía definirlo. Todas las grandes historias de amor solo representan una atracción física. Romeo y Julieta no sabían si les gustaba los mismos libros o películas. Lo suyo era solo físico.

«Después de 62 años, el amor se convierte en algo completamente diferente. Mi esposa solía decir: Somos uno.

«Y créeme, ella no era una persona exagerada. Ahora que se ha ido, me doy cuenta de cuánta razón tenía. Gran parte de nuestras vidas estaban vinculadas. Tanto de manera física como afectiva.

Cuando más la extraño es por la noche

«Pero también compartimos un montón de rituales. La echo de menos cada vez que salgo de una película y no puedo pedirle su opinión. O cada vez que voy a un restaurante y no puedo darle a que pruebe de mi plato.

«Cuando más la extraño es por la noche. Nos íbamos juntos a la cama, a la misma hora, todas las noches».

Tomado de:
PlayGround

Guía poco convencional para identificar a un(a) calientaovarios

Empecemos con una frase que se le atribuye ¿falsamente? como casi todo en Internet a Bob Marley:

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«La mayor cobardía de un hombre es despertar el amor de una mujer sin tener la intención de amarla». Bob Marley (¿?)

Y sí. Parece que tenemos una nueva criatura en el zoológico: se trata del calientaovarios. ¿Pero quién es? ¿Cuál es su modus operandi? ¿Dónde se esconde? ¿Cómo se camufla? y sobre todo, ¿cómo protegernos de él?

En primer lugar, un calientaovarios es una persona a la que le encanta coquetear y no concretar. Y no, no crean que solamente me refiero a los hombres que lo hacen, también hay muchas mujeres que alimentan (alimentamos, alimentábamos… tiempo pasado y que levante la mano quien nunca en su vida lo haya hecho) los egos ajenos para deleitarse un poco y darle de comer al Gollum que todo ser humano lleva dentro.

Ojo. Sé lo que se están preguntando. ¿Qué diferencia hay entre una persona calientahuevos y un(a) calientaovarios? Pues bueno, como ambas palabras son inventadas, debo intentar explicar esto porque calentadores hay muchos y abundan. Por ahora, mientras la ciencia me corrige, definiré al calientaovarios como alguien que tira migajas de afecto y despierta sentimientos. La palabra calientahuevos la usaré para designar a aquel ser que «calienta lo que no se va a comer», es decir, impulsa ciertos deseos sexuales y se va.

Pero no nos quedemos en definiciones, porque el lenguaje es ofensivo. Mejor tratemos de entender por qué hay gente que hace lo que hace. ¿Por qué esa amiga suya sigue tan encaprichada con un tipo que no la invita a salir, pero con el que chatea desde las 8 de la noche hasta las 7 de la mañana? ¿Por qué ese otro tipo (que conoce a alguien que usted conoce o que es el amigo del amigo de un amigo) sigue detrás de la fulana que no concreta ni una cita, ni un besito, pero que le sigue haciendo sonrisitas diariamente y hablándole con excusas pendejas?

Señores y señoritas: si esto les suena familiar, muy probablemente están frente a un(a) calientaovarios.

Estos personajes aman ser admirados. Necesitan de la adulación y, sobretodo, de la atención ajena. Secretamente, sienten que son el centro del universo. Y adivine: encontraron a alguien que les da ese lugar y haría todo por ellos.

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o que no te pone cuidado…

Algunas pistas para identificar a un(a) calientaovarios

  1. Le habla cuando se le da la gana.
  2. Si le habla, lo hace ojalá por chat y a altas horas de la noche… cuando nadie más le pone cuidado.
  3. Le dice que usted es muy especial, pero no se ha dignado a salir oficialmente.
  4. Habla mucho de sí mismo(a) y pregunta muy poco sobre usted. Parece que lo único que importa es él o ella.
  5. Si acepta invitaciones a comer o a teatro, saca algún comentario durante la cita para quedar en modo amigos (alerta friendzone), en vez de haber aclarado eso antes de verse.
  6. Le pide favores pendejos o plata prestada (que nunca devuelve).
  7. Pone una fecha para la cita (uno de pendejo deja todo por ir) y cuando uno pregunta: «¿Al fin nos vamos a ver?» dice que está en pijama viendo los Simpsons.
  8. Se vale de cualquier excusa para hacerle creer a usted que se «envideó» solito(a) y que él o ella jamás tuvo la intención de hacer que dichos sentimientos nacieran. De nuevo, ¿chateaban hasta qué hora? Sí, tú, imbécil.
  9. Usted le hace regalos que no le haría a sus amigos(as) o le organiza una fiesta de cumpleaños y solo recibe un «Aww, gracias» (Cero picos, cero salidas, a usted nadie le organiza fiesta de cumple, nadie le decora el puesto, etcétera).*
  10. El sujeto o la chica no mata ni una mosca. Todo parece perfecto en él o ella.

¿Cuál es el antídoto contra la «picadura» de un(a) calientaovarios?

*Ya sé que usted no espera nada a cambio del «amor» que profesa por esta persona, lo cual es lindo, pero estos consejos no están de más y quizá le sirvan. Es más, siéntase libre de compartir aquellos que le hayan sido útiles:

  1. El problema no es lo que él o ella haga, sino que usted sigue pensando que merece solo eso.
  2. ¿De verdad quiere alguien a quien usted tenga que estarle recordando lo maravilloso que es cada cinco minutos y que no pueda decir ni una cosa buena de usted?
  3. Un ego tan grande no viene del amor. Piénselo. ¿Quiere atraer gente que valore lo que usted es? Súbale dos a la autoestima…
  4. Dar amor es maravilloso, sufrir no. Si usted está sufriendo más de lo que se siente amado(a), por ahí no es.
  5. Todo el mundo tiene defectos. De lo bueno, bueno… no dan tanto.
  6. Agradezca mentalmente a esa persona por lo que le enseñó y siga con su vida.
  7. El regalo más grande que le damos a otros es ponerles atención. Si usted cree que esa persona le pone atención y se interesa por lo que usted es, lo que tiene para decir y sus pasiones… va bien. De lo contrario, aborte la misión y salga con dignidad, no con orgullo; con agradecimiento, no con resentimiento.
  8. Arréglese, póngase más buena o más papasito… y siéntase feliz porque en unos meses verá la razón por la que la cosa no cuajaba. Se lo aseguro. Me ha pasado 472638749039999,2 veces.
  9. Deje de alimentar al Gollum interno. Es la única forma de matarlo.
  10. Deje de alimentar al Steven Spielberg interno… o conviértase en director(a) de cine en la vida real y sáquele provecho a su imaginación.
  11. Todo el mundo está en la zona de amigos hasta que se demuestre lo contrario. Si el otro está ahí, es porque quiere. «Cuando quieras salir de la zona de amigos en la que tú mismo(a) te pusiste, me buscas. Mientras tanto, chao. Me voy a ser feliz».
  12. Y si nada de esto funciona… le recomiendo una novenita a Santa Rita de Casia, patrona de las causas perdidas a la que el marido le daba en la jeta. Ella seguro le dice qué hacer, porque usted no ha aprendido a quererse a sí mismo(a), y tal vez necesite que alguien que ya sufrió todas las penas juntas en una vida Parce, en serio, qué pecado la vida de esa cuchita, le pasó de todo se lo recuerde. *Bofetada mental*.